lunes, 30 de mayo de 2011

El eje cafetero

La zona cafetera es una de las más importantes de nuestro país, esto debido a la naturaleza de su economía es decir el café, de estas montañas llenas de un verde generoso, brotan los granos del que es considerado el mejor café del mundo, por esta razón decidimos conocer la zona cafetera más exactamente Armenia, Montenegro y Quimbaya, durante mucho tiempo escuché a infinidad de personas, familiares, amigos y demás hablar sobre el viaje a la zona cafetera, de la misma manera en muchas ocasiones escuché hablar de la carretera conocida como la línea, tengo que reconocer que el imaginario de la línea que tenía antes de conocerla estaba más que algo alejado de la realidad, de hecho tenía una idea completamente errónea de cómo es esta carretera, ya que durante mucho tiempo imaginé una sendero recto, no importaba si era una pendiente, un declive o simplemente una línea recta horizontalmente, y cuando finalmente tuve que transitar por ella, encontré un sin número de curvas supremamente cerradas, abismos, giros a derecha izquierda en fin, no sé quién le dio el apelativo de la línea a esta carretera pero sí puedo decir que está muy lejos de ser el más acertado, existen muchas cosas bonitas para conocer en la zona cafetera, podemos disfrutar de unos paisajes muy relajantes en alguna finca cafetera, o disfrutar las atracciones mecánicas y la cultura del café en el Parque nacional del café, no obstante existen algunas cosas que afectan el placer del viaje a esta zona del país, una de ellas es la gran cantidad de personas que piden limosna, se encuentran en todo el recorrido hacia la zona cafetera, en Armenia, Montenegro, Quimbaya incluso en el parque nacional del café, resulta algo desconcertante ver  personas apostadas en las curvas de la línea pidiendo a los conductores que arrojen monedas para ellos luego recogerlas, por otra parte resulta aún más incómodo que el turista no pueda recibir algún tipo de información o indicación sin tener que pagar por ello, realmente es algo triste y en algunas ocasiones molesto, por otra parte si bien el parque Nacional del café posee unas atracciones mecánicas bastante interesantes, exposiciones de flora y cultura de café de la región, el precio para acceder a él me parece demasiado alto teniendo en cuenta que en otras regiones del país se puede realizar un plan mucho más rico en experiencias y a un precio incluso mejor, pero en todo caso es un destino imperdible, disfrutar de la zona que produce el producto por el cual los Colombianos somos reconocidos alrededor del mundo, es una experiencia inigualable, alojarse en una finca cafetera y conocer el proceso de siembra, recolección, secado, molienda y preparación del café es algo sumamente enriquecedor, atardecer viendo los cafetales e inhalando el aroma del mejor café del mundo es una experiencia sin igual, por estas cosas y muchas otras que usted descubrirá, ir a la zona cafetera es una de esas cosas que como Colombiano se debe hacer, no solo porque hace parte de nuestra entidad nacional sino por todo lo que esta zona tiene para ofrecer.

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